La prevención es la acción contra los TME
Los síntomas de los TME dependen de la localización y la naturaleza de la afección. Al principio son leves y suelen desarrollarse en varias fases.
Los TME suelen ser diagnosticados por el médico tratante. Se basa en el reconocimiento médico y, si es necesario, en exámenes complementarios, en función de la naturaleza de los trastornos musculoesqueléticos.
Si los trastornos musculoesqueléticos no se tratan médicamente y si no se corrigen los factores que provocaron su aparición, los TME reaparecen y se cronifican. Provocan una incapacidad cada vez mayor para realizar actividades cada vez más ligeras.