Según los expertos en salud laboral, el ejercicio físico no previene los trastornos musculoesqueléticos. Sus efectos serían limitados.
Ante la «epidemia» de lumbalgias y otros TME, las autoridades locales y sus socios, solicitados por los proveedores de servicios, ponen en marcha ejercicios físicos, calentamientos, estiramientos, etc.
La idea es preparar el cuerpo para el trabajo y prevenir el dolor. Pero, ¿es suficiente? Según estudios de evaluación internacionales, estos ejercicios no evitan la aparición de TME», subraya Agnès Aublet-Cuvelier, responsable del departamento de hombres en el trabajo del INRS, organismo mixto y mano derecha del Estado en materia de prevención de riesgos laborales. No es una solución, es sólo una acción complementaria de un planteamiento de mejora de las condiciones de trabajo».